5/7/17

"Una de esas mujeres libres con casa abierta"... por eso fue fusilada

"Josefa Pego, viuda del Gitano, Rodrigo Alejandre, recogió los pedazos del fajín rojo de su marido asesinado el 12 de febrero de 1937 por sus ideas anarquistas y que fueron arrojados a la calle en un acto público de desprecio desde el balcón de Ravella en un símbolo de la intolerancia franquista contra el movimiento de resistencia. 

Esa imagen teje parte del acto central en desagravio que en la mañana de ayer se celebró en Loenzo, frente a la casa de Pilar Fernández que también fue fusilada aquel nefasto día junto a Antonio Sayanes y Manuel Limeres, perseguidos por su ideología socialista y por pertenecer a la CNT, sindicato que contaba en aquellas fechas con 3.500 afiliados en Vilagarcía, explicó la historiadora y periodista Olaia Bouzas. 

Los cuatro represaliados de Loenzo son parte de aquella historia que pretenden rescatar del olvido pactado en la Transición los integrantes de la llamada Iniciativa Cidada pola Memoria Histórica que está dispuesta a construir un "Roteiro" en el que se señalen aquellos lugares en los que se han cometido los más viles crímenes de personas que defendían sus ideas, y que ahora serán recordados con una placa frente a la casa que hace 80 años quemó el pelotón que les fusiló. 

La ceremonia se celebró a las puertas de esa vivienda-alpendre en la que residía Pilar Fernández "A Montañesa" con sus hijas, una mujer "valiente, decidida, rebelde, militante de Solidaridad, que dio refugio a tres personas perseguidas por la defensa de sus derechos", explicó Aurora Marco, profesora universitaria en Compostela y gran difusora de la cultura gallega y del papel de la mujer en la Resistencia. 

Y es que Pilar Fernández Seixas forma parte ya de esa épica que tan bien describió Carmen Blanco al hablar de esta heroína de Vilagarcía al formar parte activa del Movimiento de Resistencia, "una de esas mujeres libres con casa abierta", como se llamó a las que acogían.

 Una frase aquella que se repitió en varias ocasiones durante la glosa que dirigió Xosé Castro Ratón y en la que han participado miembros de las formaciones de izquierdas de la Corporación municipal, de la Xunta y militantes socialistas como Alejandro Quintela. 

El acto comenzó a mediodía en forma de ceremonia solemne con música de Brais quien al violín creó el ambiente que en palabras de Castro Ratón "hace aflorar el sentimiento" con el poema "Alumeame luniña..., e lévame a paseare", con la que un reo procuraba tranquilizar a su amada. 

Y es que ese era el mensaje de paz que aquellos republicanos del 36 trataban de transmitir a sus más próximos como hizo Antonio Sayanes cuando escribir su carta-testamento a su apenada mujer al presentir su pronta muerte, tres meses después de aquel mes de noviembre.

 Y suponía bien tras mucho tiempo escapado por los montes Xiabre y Lobeira, como otros fugitivos de la fratricida Guerra Civil española. El pelotón acudió el 17 de febrero porque alguien les delató y acudieron a Loenzo guardias de Pontevedra. Aquel día los vecinos oyeron cuatro disparos en un episodio que duró dos horas por la mañana. 

Luego ya solo quedó el olor a fuego, el que prendieron al alpendre en el que Pilar Fernández, de 40 años, les había dado cobijo."                 (Faro de Vigo, 03/07/17)

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