7/7/17

Al no encontrar al padre, sindicalista, Isaac, mataron a su esposa, Jerónima, embarazada, y a su hijo de 3 años, Fernando

 
 Imagen de Jerónima Blanco y Fernando Cabo

"El caso de Jerónima Blanco y Fernando Cabo es la representación más cruda de la represión franquista que se vivió en el Bierzo.

Madre e hijo, de veintidós y tres años respectivamente, fueron víctimas de la barbarie. ¿ Su delito? Ser familia de un sindicalista. El 23 de agosto de 1936, de madrugada, los falangistas irrumpían en la vivienda familiar buscando a Isaac Cabo, padre y esposo que por su actividad se vio obligado a abandonar su hogar, teniendo que refugiarse en el Pajariel y visitar a escondidas a su esposa y su hijo periódicamente.

Al no encontrar a Isaac, los verdugos terminaron con la vida de la joven, que esperaba otro hijo, y del pequeño Fernando.

No se conformaron con el brutal crimen. Los cadáveres de Jerónima y Fernando fueron expuestos junto a la antigua carretera Ponferrada-Ourense, en el barrio ponferradino de Flores del Sil, un terrible recordatorio de los sublevados para aquellos que intentaran frenar el golpe de Estado.

Allí, en una de esas cunetas que los franquistas sembraron de cadáveres, permanecieron durante tres días, hasta que fueron enterrados.

La crueldad del caso empujó a la ARMH en el año 2008 a pedir que el Ayuntamiento de Ponferrada dedicará una calle a Jerónima y Fernando, una petición que tenía como objetivo homenajear a todas las víctimas de la dictadura.

Sin embargo, la petición cayó en saco roto. Casi una década después, el grupo municipal de Ponferrada en Común (PeC) ha anunciado que presentará un ruego para que se retome la iniciativa. «Entendemos que es absolutamente necesario personalizar en Jerónima y Fernando en toda la represión de la dictadura y el delito de desaparición forzosa que es el más grave y atroz que contempla el derecho penal», explican desde la coalición.

Así, desde PeC quieren reparar el olvido hacia Jerónima y Fernando por parte de su propia ciudad. Y es que mientras en la capital berciana no se llegó a un acuerdo para bautizar una calle con su nombre, en León, desde el año 2009, la calle Jerónima Blanco recuerda a las víctimas."         (La Nueva Crónica, 26/06/17)

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